Los símbolos de truncamiento son operadores que se utilizan para introducir variaciones en los finales de las palabras (plurales, raíces comunes, variaciones idiomáticas, etcétera). Conocidos también como comodínes (wildcards en inglés), según Lluís Codina, "son una de las formas más rápidas, fáciles y elegantes de evitar pérdidas de información debidas a las muchas variaciones de deletreo, o a las muchas formas de flexionar un término, que utiliza el lenguaje natural".